Visita Pirca
COMUNIDAD CAMPESINA DE PIRCA
La Comunidad Campesina «San Pedro de Pirca», pertenece al distrito Atavillos Alto. Se ubica al Nor Este de la ciudad de Huaral a una distancia de 90 km. por carretera, a la margen izquierda del río Chancay a 11° 14′ Latitud Sur y 76° 39′ Longitud Oeste. Conforme al mapa topográfico elaborado por el Instituto Geográfico Nacional alcanza una altitud de 3255 m.s.n.m. (Carta Nacional 23-j).
Está registrada en la Dirección General de Comunidades Campesinas del Perú, dependencia del Ministerio de Agricultura. Según tales anotaciones fue reconocida por Resolución Suprema del 10 de Marzo de 1933.
Actualmente, tiene una población aproximada de 900 habitantes, y se dedican fundamentalmente a la agricultura y ganadería.
La palabra Pirca, proviene del quechua Pirqa (Pronunciado pirja), que significa pared. Pared de piedra (Pirqa Rumi). Este pueblo se habría fundado sobre el Mirador de Umán, lugar localizado en el centro del pueblo, donde aún se estiman existen partes de viviendas construidas con piedras, de apariencia pre inca. Dándole la categoría de milenario.
Se puede colegir, que su existencia se dio mucho antes de la llegada de los españoles. Cabe apuntar que, se habría refundado sobre pircas o paredes de piedras de un pueblo antiguo que se encontraba en este espacio desde tiempos inmemoriales.
Es decir, previo a «Los Atavillos» y el Incanato, cuyos pobladores debido a la persecución a que fueron sometidos en la época, se ubicaron en lugares más altos, como Rancocha y Puchune, para evitar ser atacados por sus ocasionales perseguidores. Dando lugar al *Reino de los Atavillos» Posteriormente, sostienen el Dr. Manuel Villar Córdova y el Dr. Teodoro Casana Robles, que «Los Atavillos» fueron dominados por los incas.
Esta situación habría contribuido para que este espacio, recobre vigencia, refundándola con el nombre de Pirqa, en los albores de colonia, tomando como refrencia las paredes de piedra que permanecían del ayllu antiguo de Umán(que provendría del quechua Uma que significa cabeza). Esta zona fue preferida por su ubicación estratégica para desarrollar la agricultura.
Su progreso urbanístico se dio en pleno virreyanto, pues su diseño se ajusta a dicha época, tales como: su plaza de armas, locales públicos, iglesia, cementerio, trazado de calles y otros.
Posterior a este hecho, en plena época colonial con el propósito de evangelizar a los pobladores, se habría construido la iglesia de la localidad, tal como se demostró a través de las Doctrinas organizadas por los españoles.
En efecto, en una de las torres que bordean a la iglesia principal, en la campana denominada por los pobladores, como «María Angola», se puede leer la siguiente inscripción «IGLECIA DE SR SN PEDRO DE PIRCA- AÑO 1761» De igual modo, la iglesia habría sido refaccionada en el año 1879, cuya inscripción se establece en la parte principal.
Los barrios más antiguos, sin duda, son: Umán, Urká, y Parara. Para posteriormente, establecerse los Barrios de Lanchinchá, Uchacocha (Provendría del quechua Ucha, Pena y Kocha, laguna), Humakachá, El Cercado y Lan chinchá.
Durante la colonia española, a Pirca al igual que a otros pueblos, lo llamaron comunidades de Indígenas; inclusive, en pleno período republicano. Formó parte de Canta y correspondió a la Audiencia de Lima.
Sin embargo, el sentimiento de los pirqueños no estuvo ajeno a lucha por la libertad; pues, durante la emancipación muchos lucharon coniuntamente con los canteños formando parte del ejército libertador en busca de la independencia del Perú.
De similar manera, en los inicios de la época republicana, Pirca colaboró con el ejército que lideraba don José de San Martín, con la cantidad de cincuenta libras peruanas. Tal manuscrito está rubricado en Huaura por el Libertador y se exhibe en el local comunal de Pirca, cuya fecha data del 20 de Marzo de 1821.
Cabe precisar, que en la actualidad los comuneros de este lugar continúan realizando sus pircas, con piedras para reparar o crear nuevos andenes, cimentar muros, o erigir sus viviendas, empleando una técnica dotado de hermosura, que han heredado a través de las generaciones desde los antiguos Atavillanos.
Según explicaciones de los comuneros más notables, estos participaron en la construcción de la carretera Huaral Acos-Antajirca, al igual que los pobladores de otras Comunidades.
Recuerdan haber trabajado en el peñón de Chincho y otros tramos. Dichas responsabilidades lo hicieron con picos, lampas, barretas, y raciones alimenticias (ranchos) concedidos por la Comunidad. Sacrificaron parte del ganado de su granja comunal «Contadera»; con el fin de salvar los trechos que se habían distribuido las comunidades. Este pueblo, se caracteriza por tener calles empedradas; condiciones que los protege de las lluvias evitando deterioros o que se produzcan boquetes.
Es una de las pocas comunidades Campesinas que cuenta con una empresa comunal de transportes de pasajeros.
El recorrido se inicia en la ciudad de Huaral, hasta el desvío de káia sobre el río Chancay a 79 Km. de camino. Luego, se supera el maizal de Mocón, Pásac, y el mirador de Racuchaka, y seguidamente se enrumba hacia Pirca.
Para llegar al pueblo, previamente se tiene que cruzar un puente sobre el río Chilamayo. Luego, se tiene a primera vista sus emblemáticos Centros Educativos y estadio de Morcoy. Rematando el viaje en la magnífica plaza de Armas.
Posee escuelas de inicial, primaria, secundaria y ocupacional.
También, energía eléctrica de la hidroeléctrica «Tingo», señales de radio, televisión, teléfono y una moderna Posta de Salud. Además, ofrece al visitante hospedaje, con una atención adecuada y oportuna, destacando las camas a base frazadas y mantas de lana de oveja.
Del mismo modo, brinda platos típicos del lugar, consistentes en: sopa de papas con queso y muña, el patache, pachamanca, papas sancochadas y queso fresco. Como bebida caliente el agua de Ginchusguna, de aroma incomparable.
En su histórica Granja de Contadera, a más de 4000 m.s.n .m. crian miles de ganado lanar, cientos de vacunos y decenas de ganado equino.
La granja de Contadera, es un lugar sorprendente. Su suelo es lano, con abundante ichu, escorzonera, huamanripa y truchas.